El 10 del mes de Muharram del sexagésimo primer año lunar, día conocido con el nombre de “Ashura”, en el territorio de Karbalá en Iraq, se originaba la masacre más atroz e importante de la historia del Islam:
El martirio del Imam Hussain (P) junto a setenta compañeros, la mayoría, miembros de la familia del Profeta (Bpd).
Mataron al nieto del Mensajero de Dios (BPD), el hijo de su amada hija Fátimah (P) y del Comandante de los creyentes ‘Alí (P).
Uno de los seres más amados por el Profeta (BPD), alguien que representaba una parte del propio Mensajero de Dios.
Habían pasado sólo cincuenta años del fallecimiento del Profeta (BPD) y quienes se habían instalado en el gobierno del estado islámico asesinaron sin piedad a los miembros de su amada familia.
Este martirio cambiaría la historia del Islam, provocando sesenta años después aproximadamente la caída del régimen Omeya.
Pero su magnitud repercute entre los shiitas hasta nuestros días, después de haber transcurrido más de mil trescientos años.
Es una ventaja para los shi’as que aún lloren, se emocionen y mantengan viva en los corazones la lucha de la verdad, la justicia y la rectitud contra la tiranía, la maldad y el desvío.
Fuente: Abna24