Lo que sigue es parte del libro ¿Qué es el Islam? escrito por Sheij M.
La ciencia y el arte
A diferencia de otras religiones, el Islam ha promovido siempre la ciencia y el conocimiento como el logro más propio de la condición humana. Dijo el Profeta (BPD): «Buscar el conocimiento es una obligación de todo musulmán y musulmana. ¿Acaso no ama Dios a los anhelantes de conocimiento?», y dijo también: «Procurad la ciencia en todas partes, hasta la China», y estos son sólo dos de los cientos de dichos proféticos que destacan el valor del conocimiento y la ciencia. En cuanto al Sagrado Corán, incita al hombre por doquier a la reflexión, a ver los signos del Creador en la naturaleza meditando sobre su perfección y maravilla.«Di:¿Acaso se equiparan los que saben con los que no saben? No se persuaden sino los dotados de intelecto»(39:9).
Esta postura frente al conocimiento ha hecho que la cultura islámica se destacara por el cultivo de la ciencia. La ciencia islámica brillaba cuando Europa estaba sumida en la más oscura ignorancia medieval. Y puede afirmarse que fue gracias al legado de la ciencia islámica que occidente renació a la luz. El álgebra, la química, la astronomía, la medicina, la geografía y otras disciplinas menores tuvieron avances impresionantes bajo el amparo de la cultura islámica. Jamás se planteó en el Islam un enfrentamiento entre la ciencia y la fe, ¡porque es la fuente misma de la fe (El Corán) la que precisamente impele al conocimiento!
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El arte, que es como una puerta al alma de una cultura, da también testimonio de la grandeza del Islam. Las huellas de la belleza del Islam pueden encontrarse en todos los continentes, desde la Mezquita de Córdoba en España al Mausoleo Taj Mahal de Agra en la India. Una arquitectura grandiosa y serena, y una artesanía delicada y abstracta dan prueba de un profundo sentido espiritual de la estética, que se refleja, con sus rasgos característicos, en toda región del amplio territorio islámico. (1)
Los frutos del Islam están a la vista, las palabras huelgan.
Civilización y cultura
Pese a haber surgido en el seno de un pueblo atrasado y sin antecedentes culturales, el Islam y su Escritura, el Sagrado Corán, se convirtieron en el núcleo vivo de una enorme civilización de decisiva influencia en el curso de la historia humana. La culminación del Mensaje divino en el Sagrado Corán produjo una revolución profunda en el pensamiento humano que perdura hasta nuestros días. Abrió las mentes, educó las almas, cultivó el tesoro de los espíritus. Llevó progreso y justicia a las regiones del mundo donde se estableció. Hermanó a los pueblos bajo una divisa común que los trasciende a todos uniéndolos en lo más elevado: No hay divino sino Dios, el Uno y Único; sólo El merece la adoración del hombre, y sólo El es la Guía y la Meta Última.
Los efectos de la civilización y la cultura islámicas no se circunscribieron, como ya adelantamos, a su ámbito. Los progresos científicos y el particular enfoque ideológico y gnoseológico de los científicos y filósofos musulmanes, como Avicena (980-1037), se esparció incluso por los países cristianos. No olvidemos que durante siglos la lengua árabe era el idioma de la ciencia y la filosofía, y que en los centros de educación más importantes de Europa se seguían los tratados de los sabios musulmanes en temas como medicina, matemáticas, filosofía, astronomía, geografía, química, etc. Y aunque los avances científicos hayan sido superados, ciertas ideas perduraron y florecieron fuera del Islam.
En cuanto a las particularidades del «ser islámico», el carácter distintivo del musulmán, es inspirado sin lugar a dudas por la Revelación, el Sagrado Corán, y por el ejemplo siempre vivo del Profeta. La nobleza, la generosidad, el sacrificio, el realismo y el espíritu universal que no se encierra en particularidades, son caracteres distintivos del musulmán hoy como ayer, en las grandes metrópolis como entre las tribus nómades. (2)
Un ejemplo: La España musulmana y la América hispana
Uno de los ejemplos quizás más cercanos de la fértil influencia del Islam en la cultura y la civilización la tenemos en Al Andalus, la España musulmana. Durante ocho siglos (711-1492) el Islam gobernó la Península Ibérica en lo que fue, incuestionablemente, el período más fecundo que conoció dicho territorio europeo. Los vestigios más evidentes de esa presencia islámica en España los encontramos en los monumentos arquitectónicos dispersos por toda la nación, como la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba o la Giralda de Sevilla, para mencionar sólo los más famosos.
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Pero la influencia de este crisol de cultura no se limitó al ámbito islámico, pues aparte de grandes pensadores musulmanes como el filósofo y médico Averroes (1126-1198), o el gran místico Ibn Arabi de Murcia (1165-1204), la floreciente cultura judía de Sefarad (España) vio nacer bajo el amparo del Islam a Musa ibn Maimún (Maimónides, 1135- 1204), el más grande filósofo y teólogo del judaísmo, que escribió sus obras en lengua árabe.
Como hispanoamericanos portamos, inconscientemente por lo general, una parte importante de esa cultura islámica que fue reprimida por la fuerza en España precisamente el año en que se descubría América. Muchos de los hijos de AI-Andalus vinieron entonces al nuevo continente, y es así que nuestra lengua y nuestra idiosincrasia rebosan de detalles cuya filiación no es difícil remontar hasta las costumbres islámicas: el gaucho y sus costumbres, la música, detalles de la arquitectura y de la indumentaria, para no mencionar los miles de términos árabes que encontramos en el idioma castellano. (3)
El renacimiento islámico
La gloria del Islam no es algo que pertenece al pasado. El Islam es como una sólida planta que, habiendo dado muchos frutos, se debilitó temporalmente en su fecundidad y fuerza. Su fuerza no es la fuerza de los hombres, ni de las ideologías humanas, es la fuerza que dimana de Dios mismo a través de aquellos hombres que superan el continente limitado de su egoísmo. En la medida en que los musulmanes se apartaron de sus principios, sus posibilidades de cayeron, en tanto retornan a sus fuentes, sus posibilidades vuelven a renacer con renovados bríos. Vistos los efectos nocivos que la hegemónica ideología occidental provoca en el hombre y en sus valores. los musulmanes de esta época dirigen de nuevo sus miradas hacia sus orígenes, las fuentes de su cultura. Y se descubren en posesión de un tesoro incalculable: una doctrina pura, una alternativa viable, una ideología abierta y universal que no encadena al espíritu humano.
Lo más notable, sin duda, de la segunda parte del siglo que pasó, es el renacimiento del Islam que puede apreciarse en todos los rincones del mundo. El Islam atrae incluso a las mentes más esclarecidas de la época y progresa sorprendente mente en regiones insospechables. El Mensaje del Corán salió victorioso de la lucha contra el comunismo, en lo ideológico y lo político, y es de esperar que el monstruo capitalista siga su misma suerte, para que reine en el mundo la enseñanza de los Profetas.
Dice Dios en la última Revelación inspirada al Profeta Muhammad:«Hoy os he perfeccionado vuestro din (fe, religión, modo de vida y doctrina), he completado Mi merced para con vosotros y Me complazco con el Islam como din»(5:3).
Notas
1-1)Historia del pensamiento en el mundo islámico, de Miguel Cruz Hernández. 3 vols. Alianza Editorial, Madrid 1996. Un panorama general de catorce siglos de creación intelectual analizados por un prestigioso islamólogo español. 2)La arquitectura del mundo islámico, de George Michell, Alianza Editorial, Madrid 1985. Un exhaustivo trabajo que abarca las más diversas áreas de la vida social y espiritual: mezquitas, madrasas, palacios, fortalezas, etc. 3) El Mensaje del Islam, N°10, Buenos Aires, diciembre 1993.
2-1)Historia del pensamiento en el mundo islámico, de Miguel Cruz Hernández. 3 vols. Alianza Editorial, Madrid 1996. Un panorama general de catorce siglos de creación intelectual analizados por un prestigioso islamólogo español. 2) El Mensaje del Islam, N°9, Buenos Aires, abril 1993. 3)El Mensaje del Islam, N°10, Buenos Aires, diciembre 1993.
3-1) Historia del pensamiento en el mundo islámico, de Miguel Cruz Hernández. 3 vols. Alianza Editorial, Madrid 1996. Un panorama general de catorce siglos de creación intelectual analizados por un prestigioso islamólogo español.2)La arquitectura del mundo islámico, de George Michell, Alianza Editorial, Madrid 1985. Un exhaustivo trabajo que abarca las más diversas áreas de la vida social y espiritual: mezquitas, madrasas, palacios, fortalezas, etc.3)La civilización hispano-árabe,Titus Burckhardt, Alianza Editorial, Madrid, 1979. Este es un profundo y hermoso estudio de la importancia de la civilización de Al-Andalus, la España musulmana, muy recomendable.4)El Mensaje del Islam, N°9, Buenos Aires, abril 1993.5)El Mensaje del Islam, N°10, Buenos Aires, diciembre 1993.
Fuente: es.shafaqna.com