“Esta niña amaba mucho al noble Imam Husain (A.S) y estaba muy apegada a él. En aquella casa en ruinas en la que alojaron a Ahlul-Bait (A.S) la niña se pasaba los días y las noches llorando y llamando a su padre.
Por mucho que la decían que su padre se había ido de viaje, refiriéndose con ello al viaje que había emprendido a la otra vida, no conseguían que la niña se calmase hasta que, una noche, vio a su padre en sueños. Cuando despertó del sueño se encontraba muy alterada y por mucho que intentaron calmarla, su alteración era cada vez mayor.
Las mujeres y las niñas de la familia perdieron la contención y, contagiadas por sus llantos y lamentos, comenzaron también a llorar y lamentarse y a golpearse el rostro. Arrojaban la tierra de aquellas ruinas sobre sus cabezas y se mesaban los cabellos. Todos aquellos lamentos y llantos terminaron despertando a Yazíd,
que preguntó: “¿Qué es lo que sucede?”
Le contaron el sueño que aquella niña de tres años había tenido y él dijo:
“Llevadle la cabeza de su padre.
Los niños no tienen uso de razón. Cuando vea la cabeza de su padre se calmará.”
Pusieron la cabeza del noble Imam (A.S) en un recipiente de madera, lo cubrieron con un paño y lo pusieron junto a ella. la niña dijo: “Yo no quiero comida, lo que quiero es a mi padre.”
Le dijeron: “Tu padre ha venido.”
Cuando levantó el paño vio la cabeza cortada, la tomó con sus pequeñas manos y la coloco en su pecho, mientras repetía:
“Oh padre! ¿Quién ha teñido tu barba con la sangre de
tu rostro? ¿Quién ha cortado las venas de tu garganta? ¿Quién me ha dejado huérfana en la infancia? ¡Oh padre! ¿Quién calmará los gritos de los huérfanos?
¿Quién consolará este dolor?
¿Quién se apiadará de
estas mujeres que han dado a sus mártires y que están prisioneras?
¿Quién cuidará de estos que gritan con ojos anegados en llanto?
¡Oh padre! ¿Qué mano será la que acaricie las cabezas
de estos niños?
¡Oh padre! ¿Quién será después de ti nuestro apoyo y soporte?
¡Oh en qué estado estamos! ¡Oh que lejos de nuestra gente!
¡Oh padre! ¡Ojalá muriera por ti!
¡Oh padre! ¡Ojalá hubiera quedado ciega antes de ver esto!”
Después besó los labios de su padre y tanto lloró que perdió el conocimiento. Cuando quisieron despertarla vieron que había abandonado este mundo….
¡La Paz sea sobre Husain! ¡La paz sea sobre Ali Ibne Husain! y
¡La paz sea sobre los hijos del Husain!
Fuente: es.shafaqna.com