Si hizo un sacrificio de sí mismo de tales dimensiones, fue por alcanzar un objetivo divino.
Ese sacrificio supone entregar la propia vida y la de los seres más queridos, la cautividad de la familia del Santo Profeta (PB) en condiciones terribles y desastrosas, y soportar esos penosos hechos a fin de que se preservara el Islam, y que la lucha contra la opresión siguiera siendo un principio en la historia del Islam y de la humanidad. Es un acontecimiento que seguirá siendo inigualable por siempre jamás.
Mucha gente ha sido martirizada en el camino de Dios, junto al Santo Profeta (PB), el Príncipe de los Creyentes, Imam Ali (A.S) y los profetas divinos. Sin embargo, ninguno de esos sucesos es comparable al de Karbala. Hay una diferencia entre una persona que sale a la palestra alabada y alentada por amigos y compañeros, esperando una victoria, y que cae mártir en esas circunstancias —aunque, por supuesto, ese martirio le aportará grandes recompensas—, y otra que sale a la palestra en un mundo tenebroso, mientras todas las grandes personalidades del mundo islámico no sólo rechazan acompañarlo, sino que le reprochan que entre en combate.
Esta última sale a la palestra sin esperanza de obtener asistencia de nadie, y con gente como Abdulá Ibn Abbás y Abdulá Ibn Yaafar intentando impedir que luche. Sale a la palestra con apenas un puñado de amigos sinceros y con su familia —su esposa, su hermana, sus sobrinos, su hijo de seis meses y unos cuantos parientes jóvenes—, mientras sus amigos y partidarios de Kufa rehúsan unirse a él. Es un suceso extraño, una visión histórica gloriosa que se ha expuesto a la humanidad entera. El Imam Husain (A.S) se preparó para tal día.
Por supuesto, los más de cincuenta años de vida de Husain Ibn Ali (A.S) son todos ellos una lección. Es una lección su infancia, lo es su juventud y lo es su comportamiento durante su Imamato y tras el martirio del Imam Hasan (A.S). La responsabilidad del Imam Husain (A.S) no se limita al último día. Aun así, el suceso de Ashura es grande y luminoso como un sol y oscurece todas las demás luces.
Fuente: es.shafaqna.com