Masuma Assad de Paz es Presidenta de Unión de Mujeres Musulmanas Argentinas (UMMA).

Shafaqna: ¿Cómo es la situación de los musulmanes shi’as en Argentina? ¿Viven en condiciones de igual con el resto de sus compatriotas?

Masuma Assad de Paz : Los musulmanes shi’as en Argentina se encuentran integrados al país. La mayoría son musulmanes de origen sirio libanés, cuya inmigración data desde hace más de un siglo y siempre han tenido una convivencia pacífica con otras religiones.  Comparten junto a argentinos de otros credos los espacios de trabajo, estudio y amistad con ellos. También, al igual que otras colectividades, tienen sus instituciones islámicas para compartir entre musulmanes. A pesar de ello y, a pesar de que la ley es igual para todos, existen sectores que atentan contra esta convivencia generando acusaciones infundadas que perjudican a los musulmanes en sus actividades cotidianas.

Shafaqna: ¿Con que problemas y obstáculos se enfrentan los shi’as en Argentina y qué necesidades tienen?

Masuma Assad de Paz : Si bien en Argentina, por ley, existe libertad religiosa, no son pocos los problemas que los musulmanes shi’as padecen. Por un lado, existe un gran desconocimiento acerca del Islam -que, en mi opinión, no es azaroso. Un país debe fomentar el conocimiento de las religiones- y, por otro lado, existen muchos prejuicios fomentados por los medios de comunicación dominados por el imperialismo y sionismo, para hacer creer a la opinión pública que el Islam es el “nuevo enemigo”. Los prejuicios giran en torno a la mujer musulmana y en asociar el Islam al terrorismo. Los musulmanes del mundo luchan contra la islamofobia y Argentina no es la excepción, con la particularidad de que luego de la explosión en la Embajada de Israel y en la mutual judía Amia, la persecución a los musulmanes, en especial, a los shi’as es mayor. Luego de estos, la mezquita At-tauhid y la comunidad shi’ah se ve afectada desde entonces con persecuciones, indagatorias y detenciones de musulmanes, además de ser privada del fructífero intercambio cultural, religioso, económico y social con nuestros países de origen y con la República Islámica de Irán que tanto aportó a nuestro país. Lo más asombroso es que luego de más de 20 años de estos lamentables sucesos, no solo no han encontrado prueba alguna, sino que las supuestas “pruebas” que han presentado en instancias legales internacionales, han sido rechazadas por falta de mérito. A pesar de ello la causa sigue abierta y continúan recreando nuevas elucubraciones a través de los años. La historia es larga y hay libros que explican estos hechos, sobornos y contradicciones con mucha propiedad.

Entre las últimas decisiones islamofóbicas del actual gobierno está el declarar “terrorista” al legítimo partido político libanés Hizbullah, una provocación al gobierno y al pueblo libanés que declara una enemistad. De este modo, cualquier persona de origen libanés está destinada a ser sospechosa, y por el solo hecho de tener relaciones con el país de origen pueden llegar a tener problemas. Este año, en el marco del encuentro del G20 en Argentina, la comunidad islámica shi’ah se vio afectada con la detención de dos de nuestros jóvenes, a quienes luego se los ha dejado sin cargo por haber sido considerada su detención “un error”. Los musulmanes argentinos no estamos acostumbrados a padecer estos sucesos ni permitiremos que se nos manipule por intereses ajenos a nuestra realidad. De ahí, la importancia de la unión y organización de los musulmanes y la necesidad de hacer valer nuestros derechos con la ley.

Shafaqna: ¿Cuáles son las preguntas más importantes de los shi’as en su país, respecto a la creencia y doctrina, y cuáles son los conocimientos más necesarios?

Masuma Assad de Paz : Respecto a los temas que preguntan, son muchos y muy variados, acerca del Imam Mahdi (Dios apresure su venida) y sobre algunas cuestiones de ‘irfan, súplicas, sharí’ah y el ayuno y otros, pues al vivir en un país occidental, son muchas las preguntas que se plantean.
En mi opinión, es muy necesario prestar atención a temas de la religión que permitan educar al musulmán desde las cuestiones más básicas a las más elevadas. Anteriormente dije que en la mezquita se formaron muchos talabes que luego viajaron a estudiar a Qom y hoy dirigen centros islámicos. Sin embargo, a pesar de que esa función específica no continuó del mismo modo, la mezquita no cesó de brindar la misma educación a quienes deseaban conocer el Islam y muchos de ellos, luego, decidieron estudiar en Qom y se convirtieron en religiosos y exitosos difusores del Islam. Tal es el caso del Sheij Jalil Zevallos y el sheij Abdullah Cerrilla. Y en camino hay otros que ya se están formando en Qom, tales Ezequiel Díaz y Mahdi Sinkari, alhamdulillah y esperemos tengan el mejor de los éxitos. Asimismo, esta educación permita fortalecer a las familias y a su entorno.
Destaco esto pues, si bien es importante satisfacer las preguntas y necesidades de la gente en general, musulmanes o no, en realidad muchas veces se termina enmarcando la difusión en contestar a las preguntas. Muchas veces, nos vemos envueltos en contestar solo los prejuicios que hay en torno al Islam, que por supuesto es necesario hacerlo, pero ello mismo opaca la propia luz que el propio Islam tiene para dar. Por eso es importante tener en cuenta todos los aspectos.

Shafaqna: Usted en una entrevista dijo que el tema de la mujer se debe islamizar. Esto cómo se aplicaría en Occidente? Cuáles son  las principales preguntas de creencia y las necesidades de conicimiento de los shi’as en este país?

Masuma Assad de Paz : Cuando digo que la forma de pensar de la mujer tendría que inclinarse a ser islámica es en el sentido de que la mujer, históricamente, ha sido oprimida y la propuesta del feminismo con sus premisas de igualdad y no discriminación entre el hombre y la mujer, en realidad, le ha asignado muchas más obligaciones, además de haber perdido muchos de ellos. En este sentido, creo que, si la mujer conociese sus verdaderos derechos, esto no sólo la beneficiará a ella, sino que se fortalecerá la institución familiar y también la sociedad. Implementarlo en una sociedad occidental no resultaría fácil, en principio, porque los derechos y obligaciones son por ley, y la legislación islámica difiere muchísmo de la occidental. A los musulmanes les cabe conocer su propia ley que es la shari’ah e intentar ver los puntos en común y de divergencia con la ley occidental, así como también conocer las herramientas que la ley islámica brinda para su aplicación o adaptación.

Entre los derechos de la mujer musulmana está el derecho a la manutención al que jamás debe renunciar, aunque tenga que salir a trabajar. Ella podrá hacerlo, si está de acuerdo con su marido en ello, pero no está obligada a aportar para mantener a la familia, y si así lo requiriese, también podrá hacerlo pero el esposo estará en deuda con ella. Con esto quiero decir que, en caso de que ella enviude, al momento de heredar, antes de hacer la división porcentual de la herencia se le deberá pagar los años que ella ha aportado y del resto se ditribuirá como herencia entre los herederos, siendo ella uno de estos. O sea, se le deberá pagar la deuda y tendrá parte en la herencia. Lamentablemente, las mujeres occidentales creen haber ganado derechos y suponen que son más avanzadas que las musulmanas, pero la realidad es que las musulmanas no le envidian nada a las occidentales y no están dispuestas a ceder ni un poquito los derechos que el Islam les ha otorgado!!!

Shafaqna: ¿Qué imagen tienen los argentinos respecto al hiyab?

Masuma Assad de Paz : Las mujeres musulmanas provenientes de Oriente, en la primera inmigración a la Argentina vestían su hiyab y lo han mantenido durante su vida. Lamentablemente, las siguientes generaciones no lo han mantenido, en gran parte porque han perdido la relación con sus países de origen y fueron asimilados en el proceso de europeización de la Argentina. No sé si habría, entonces, alguna legislación que lo prohibiese, no lo creo, pero recuerdo cuando mi tía abuela materna, Dalal, quien usó su turbante hasta el fin de sus días, me contaba que ella no podía asistir a la escuela con este, entonces salía de su casa con el turbante y, al entrar a la escuela lo dejaba en la rama de un árbol y luego, al salir, volvía a vestirlo. Este dato me permite inferir que, si bien no podemos afirmar que haya existido legislación, es muy probable que haya existido una exigencia propia de la escuela o del entorno. La realidad es que, hasta el surgimiento de la Revolución islámica, las musulmanas nada sabíamos del hiyab. Teníamos una concepción occidental respecto a la vestimenta- pues no teníamos bibliografía islámica ni religiosos que nos enseñen- y pensábamos que era una costumbre oriental. Fue así que conocer las aleyas del Corán respecto al recato y pudor en la mujer y el rol que cumple el hiyab en ello, fue muy importante en la concientización del cuidado y protección de la mujer para sí misma y la familia. De este modo, en un comienzo no fuimos más que 4 o 5 mujeres que comenzamos con el uso del hiyab y esto llamó muchísimo la atención. No formaba parte de la forma social de vestimenta en Argentina, la gente preguntaba mucho el porqué de la vestimenta, otros pensaban que éramos monjas, otros se burlaban y otros pensaban que era por enfermedad. Nada de eso nos hizo desistir y continuamos con nuestra convicción y religión. Hoy, en Argentina, son muchas las musulmanas que visten su hiyab y participan en la sociedad y ya no resulta tan extraño. De todos modos, aún falta mucho por recorrer si queremos hablar de inclusión. Entre los problemas que se suscitaron en torno al hiyab y que marcó un precedente fue cuando quise renovar mi DNI en el año 2005 y me negaron la posibilidad de hacerlo con la foto con hiyab pues había una ley que interpretaron que no se podía. No he permitido esa errónea interpretación que, en realidad, marcaba una segregación. Finalmente, no solo aceptaron, sino que desde instancias del gobierno enfatizaron la naturaleza de libertad religiosa en nuestro país. A partir de que ese suceso tomó estado público a través de distintos medios, hemos recibido múltiples muestras de solidaridad de distintas personas, incluso de los medios de comunicación que lo consideraban un absurdo.  El arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio, actual Papa Francisco, llamó a nuestra mezquita para solidarizarse y así también los judíos ortodoxos han estado siguiendo con atención este tema, pues sus mujeres también se cubren. Finalmente, a pesar que no existía una ley que lo prohibiera, salió una resolución en el año 2011 en la que se permite expresamente el uso del hiyab para la documentación. Este antecedente indica que, por parte de la gente no hay inconveniente, pero existen ciertas ideologías o intereses que se oponen al uso del hiyab en las musulmanas y que pueden llegar a ocasionarles problemas al momento de participar en ciertas actividades. Por ejemplo, en las últimas olimpíadas, las mujeres iraníes encontraron resistencia al uso del hiyab en algunas competencias, y a la inversa, una gimnasta argentina ha sido influenciada para no participar en competencias en Irán por la obligatoriedad de usar hiyab en ese país. Por tal razón, es importante para nosotras desmitificar todos los prejuicios intencionados en contra de la mujer musulmana y su vestimenta. De ahí, la necesidad de organizarnos institucionalmente como mujeres musulmanas argentinas. UMMA, a través de su página web www.umma.org.ar brinda información acerca del Islam en general y en especial acerca de la mujer musulmana.

Entre otras actividades de UMMA se encuentra su participación en la legislatura porteña el día de la mujer y el día de derecho del niño. En ambas oportunidades manifestamos nuestros padecimientos cotidianos como mujeres musulmanas. Desde hace más de tres años, Umma realiza anualmente, junto a otros países en el mes de febrero, en el Día Internacional del hiyab, una actividad en las plazas para difundir en la sociedad argentina qué es el hiyab. Este día ya ha sido reconocido oficialmente en Argentina.

Shafaqna: Por último, si tiene algunas palabras para las mujeres de su país y de otros países occidentales, expréselas, por favor.

Masuma Assad de Paz : MI mensaje a las mujeres del mundo es que el Islam es la religión del equilibrio y este mundo está desequilibrado en muchos aspectos. La mujer debe valorarse a sí misma y luchar para evitar los excesos, que pueden venir de todas partes, incluso de los musulmanes. Por eso, es necesario que sepan cuáles son sus derechos y obligaciones, pero también procurar, por sobre todas las cosas, la complacencia de Allah. No solo debemos apoyarnos como musulmanas en los derechos y obligaciones sino elevarnos en grados espirituales que nos liberarán de todo tipo de ataduras, y eso no será posible si no perfeccionamos nuestra moral. Los seres humanos no sólo necesitan derechos y obligaciones.

Dijo el profeta Muhammad (la paz y bendiciones sean con él y su descendencia):

انيما بعثت لاتمم مكارم الاخلاق

“Innama bu’iztu li-utammima makarimal ajalq”

“Ciertamente he sido enviado para perfeccionar las virtudes morales”.

Uas salamun alaikum ua rahmatullahi ua barakatuh

Fuente: es.shafaqna.com