Lo que sigue es parte del libro Nahyul Balagha escrito por Sayyid Muhammad Radi y traducido por Muhammad ‘Ali Anzaldua Morales y Abdul Jabir Arce
Discurso 89
En este discurso, Hazrat ‘Ali (P) describe la condición de la sociedad antes de que Dios enviara al Santo Profeta (PBd) como Su Mensajero. Invita a la gente a tomar conciencia de su época, la cual, no sería muy diferente a los días preislámicos si acaso no aprovechan las enseñanzas del Santo Profeta (PBd) Así mismo, les recuerda que las enseñanzas que él les impartirá, provienen de la misma fuente: El Corán y el Santo Profeta (PBd) Explica así mismo, que Dios Todopoderoso envío a Muhammad (PBd) como Su Mensajero tras un largo periodo en que el mundo había carecido de un guía o Profeta y, en una época en que las naciones habían pasado a través de muchos años sin caer en cuenta de los deberes del hombre hacia Dios y él mismo, y por periodos de fuertes disturbios y desavenencias, guerras y destrucción de la sociedad, lo que había sumergido a las mismas en la oscuridad y engaño completo.
Muhammad (PBd) llegó cuando la humanidad tenía ya un pasado muy triste, un presente que daba miedo, un desgaste inútil de energías en pos de diversas actividades y una muy pobre esperanza respecto al futuro. Las enseñanzas de los Profetas (P) anteriores habían sido completamente olvidadas, y se veían por todas partes señales de destrucción y de ruina. El mundo había llegado a ser un lugar insano y muy peligroso, en donde la muerte, la destrucción, pánico e inseguros tumultos eran parte de la vida cotidiana. Hazrat ‘Ali (P) dijo entonces:
¡Oh gentes! Dejad que la historia del hombre os enseñe una lección, dejad que las vidas de vuestros hermanos y padres os amonesten contra el tipo de vida que ellos siguieron y por el que habrán de dar cuenta. ¡Por mi vida! Que no ha transcurrido mucho tiempo ya para que vosotros hayáis olvidado dichas conductas. Empero, aquellas vidas parecen no haberles enseñado nada, no cambiaron vuestra visión de las cosas y no han mejorado vuestra mente. Os comportáis del mismo modo que vuestros antepasados en tiempos del Santo Profeta (PBd).
Juro por Dios que estoy enseñándoos las mismas cosas que el Santo Profeta (PBd) enseñó a vuestros ancestros; y vuestras reacciones a mis enseñanzas son las mismas que las de aquellas gentes que estaban alrededor del Santo Profeta (PBd) algunos aceptando la verdad, y la mayoría entrando en dudas e incertidumbre u oponiéndose a la verdad de todo corazón: la condición de vuestras mentes indica igualmente, que no habéis aprendido nada del pasado.
Recordad que no os estoy diciendo nada que no haya sido dicho a vuestros padres, y no se os pide que sigáis ningún credo sino el que se les enseñó a ellos, y que estáis pasando a través de difi cultades similares a las que ellos atravesaron; dejad que sus vidas sean una lección para vosotros. Dejadme advertiros, que cosas tales como la riqueza, el poder, el placer, el vicio y los pecados, con los que mañosos impostores y los bribones se han rodeado, no os vayan a tentar y engañaros, porque la vida es como una sombra a través de la tierra la cual puede alargarse por algún tiempo, pero al final del mismo, se disipará.
Fuente: es.shafaqna.com