En el día tres de Sha’ban en el año 4 A.H. la ciudad de Medina presenció el nacimiento de un niño en la casa de la Gran Dama Fátima y el Imam Ali (la paz sea con ellos);
fue conocido como el “Señor de los Mártires”. Este recién nacido era el segundo hijo de una familia a la que el Profeta del Islam dio el nombre de “Ahl ul-Bait” (Gente de la casa del Profeta). Fueron conocidos como Ahl ul-Bait después de que el Profeta Muhammad recibió la aleya de la purificación (Sagrado Corán, 33:33).
Fue en uno de los primeros siete días después de su nacimiento, que Gabriel –el honesto mensajero de Dios– se apareció y dijo a Muhammad (BP):
“Saludos de Dios para ti ¡oh, Mensajero del Islam! Llama a este pequeño como fue llamado el hijo de Aarón ‘Shubair’ o sea Husain, ya que `Ali para ti es como Aarón fue para Moisés, con la única diferencia de que tú eres el último Profeta”.
Y así fue como el nombre de Husain fue elegido para el segundo hijo de Fátima al-Zahra (P).
La flor del Profeta
Hussain pasó su infancia con la dama Fátima, el Imam Ali, y especialmente con el Profeta Muhammad. El amor y cariño que el Profeta Muhammad había sentido hacia Hussain (PBUH) era tan único que todos los compañeros eran conscientes de ello, habían visto frecuentemente su manifestación, y habían oído hablar de él repetidamente. Además, los historiadores han registrado incidentes y narraciones a este respecto. En una narración se ha dicho que la postración del Profeta tardó más de lo usual en su oración. La gente se acercó al Profeta y preguntó: “¿Estabas recibiendo una revelación u orden de Allah durante la postración?” El Profeta Muhammad respondió: “No, mi hijo Hussain se había subido a mi espalda; esperé hasta que quiso descender”. Este es un ejemplo que muestra cómo la mejor criatura de Allah trató a Hussain mientras estaba en el mejor estado de adoración, el rezo.
Los compañeros habían visto al Profeta Muhammad poner repetidamente a sus nietos, Hassan y Hussain sobre sus hombros y jugar con ellos. Otras veces besaba a Hussain y decía: “Hussain es de mí, y yo soy de Hussain. Que Allah ame a quien ama a Hussain”. En otras tradiciones, el Profeta diría: “Hassan y Hussain son mis dos flores aromáticas de este mundo”.
Sin embargo, la mayoría de la gente sabía que el amor del Profeta por sus dos nietos, especialmente por Hussain no era un amor habitual de un abuelo por su nieto. De acuerdo con el Sagrado Corán, las acciones y palabras del Profeta están separadas de sus deseos: “En verdad, en el Mensajero de Allah tenéis un buen ejemplo a seguir…” (Sagrado Corán, 33:21) Por otra parte, Aunque el Profeta Muhammad (PBUH & HP) tenía otras hijas adoptadas y un hijo, el afecto específico y las recomendaciones sólo se mostraron hacia Hassan y Hussain.
Las recomendaciones y afecto del Profeta Muhammad por Hussain estaban representando un hecho importante. En repetidas ocasiones informó a la gente que la salvación y la prosperidad sólo pueden ser encontradas a través de la amistad y el amor hacia el Imam Hussain. Umar Ibn al Khattab narra del Profeta Muhammad: “Hassan y Hussain son los líderes de la juventud en el paraíso. Quienquiera que los ama me ha amado a mí, y cualquiera que tiene enemistad con ellos, es mi enemigo.” En otra narración el Santo Profeta también dijo: “Tú has venido a la conciencia por mí; encontraste el camino correcto y fuiste guiado por Ali; recibiste bendiciones por medio de Hassan; y tu salvación está con Hussain. Ten en cuenta que Hussain es una de las puertas del paraíso. Cualquiera que tenga rencor hacia él no podrá entrar jamás en el paraíso. “
El Imam Hussain era todavía un niño cuando varios versos del Sagrado Corán fueron revelados sobre él o para referirse a él. Uno de esos versículos se conoce como el verso de Mubahilah (3:61). En el día de Mubahilah, cuando se estableció un concurso espiritual entre el Profeta Muhammad y los cristianos de Najran para invocar la maldición de Allah sobre los mentirosos, Hussain y su familia fueron los únicos acompañantes del Profeta. El Profeta Muhammad recibió órdenes de Allah Todopoderoso a través del verso de Mubahilah para considerar a Hassan y Hussain como sus hijos y llevarlos consigo.
Hussain era una de las cinco personas con respecto a quien el verso de Tathir o la purificación, en el sagrado Corán (33:33) fue revelado. Él, su padre, su hermano y su madre estaban bajo la capa del Profeta cuando Allah reveló a Su Mensajero: “En verdad Allah desea remover todo tipo de impureza de vosotros, Oh Ahlul-Bait y purificaros definitivamente.” Este versículo del Sagrado Corán es una prueba clara de la infalibilidad de esta familia y su separación de todos los pecados y errores.
En otro verso, Allah ordena a todos los musulmanes amar a aquellos que están estrechamente relacionados con el Profeta Muhammad: “Di: No te pido recompensa sino amor por los parientes cercanos”. Cuando los compañeros le preguntaron al Profeta Muhammad quienes eran estos parientes cercanos, el Profeta respondió: “Son Ali, Fátima y sus dos hijos”.
Desde el día del nacimiento de Husain Ibn `Ali (P), que tuvo lugar el cuarto año de la Hégira, hasta el día en que murió su amado abuelo, el Mensajero del Islam (BP), aproximadamente seis años y algunos meses después, los musulmanes, a través del afecto y amor que expresaba el Profeta (BP) por Husain (P), descubrieron la eminencia y grandeza de este tercer Imam.
Salman Farsi cuenta: “Vi un día que el Mensajero de Dios (BP) sentó a Husain en su regazo y mientras lo besaba decía: –Tú eres un eminente, hijo de un eminente y padre de los eminentes; tú eres un Imam, hijo de un Imam y padre de Imames; tú eres la prueba de Dios, hijo de la evidencia de Dios y padre de todas las evidencias del Todopoderoso que son nueve y la última de ellas, después de un período de estar ausente, se rebelará y terminará con la tiranía en el mundo –refiriéndose al Imam Mahdi (P)”.
Anas Ibn Malik narra: “Cierto día preguntaron al Mensajero de Dios (BP) por quién de su familia sentía más afecto, a lo cual respondió: –Por Hasan y Husain.”
En reiteradas ocasiones tomó a sus dos nietos en su regazo, besándolos y apretándolos fuertemente contra su pecho.
Abu Hurairah, que fue uno de los mercenarios y seguidores de Mu’awiyah, y enemigo de la familia de los purificados Imames declaró: “Vi al Mensajero de Dios (BP) que sentaba a Hasan y Husain sobre sus hombros mientras se me acercaba, entonces me dijo: Quién ame a éstos –refiriéndose a Hasan y Husain– es como si me hubiese amado a mí, y quién sea su enemigo es como si se hubiese enemistado conmigo”.
La frase más eminente, pronunciada por el Enviado de Dios (BP), que demuestra la relación espiritual y trascendente entre el Profeta (BP) y Husain (P) fue esta: “Husain es parte mía y yo soy parte de Husain”.
Imam Husain (P) con su padre
Los primeros seis años de su infancia los pasó junto a su honorable abuelo y después del fallecimiento del Profeta (BP) vivió treinta años junto a su padre. Padre ejemplar, que no gobernó excepto con justicia, que no vivió excepto con pureza y devoción, que no vio, no deseó ni encontró a nadie excepto a Dios. Hombre al cual molestaron constantemente durante su magisterio, tal y como cuando le negaron su derecho al califato, época en la cual Imam Husain (P) obedecía las ordenes de su padre.
Durante los años que Imam `Ali (P) ocupó el califato, Husain (P), al igual que su hermano Hasan (P), se preocupaba por lograr los objetivos del Islam, participando también en las guerras de Yamal, Siffin y Nahravan.
Fue así como Husain Ibn `Ali (P) apoyaba a su padre, el príncipe de los Creyentes, y a la religión de Dios; y en repetidas ocasiones protestó públicamente por la usurpación del califato.
Un día, durante el gobierno de `Umar, Imam Husain (P) entró en la mezquita mientras que el segundo califa se encontraba dando un sermón sobre el púlpito que había pertenecido al Mensajero de Dios (BP), entonces este honorable exclamó: “¡Baja del púlpito de mi padre…!
Fuente: es.shafaqna.com