La súplica del día 26 del mes Ramadán : ¡Oh, Dios mío, haz que mi esfuerzo en este (día) sea recompensado

Ibn ‘Abbâs relata del Profeta Muhammad (PBUH) un largo dicho que contiene el gran mérito del ayuno de cada día de Ramadán y las súplicas para cada día.

La súplica del día 26 del mes Ramadán : ¡Oh, Dios mío, haz que mi esfuerzo en este (día) sea recompensado

Estas súplicas se puede hacerlas en cualquier momento del día sobre todo después de cada oración.

La súplica del día 26 del mes Ramadán

اللهمّ اجْعَل سَعْیی فیهِ مَشْکوراً وذَنْبی فیهِ مَغْفوراً وعَملی فیهِ مَقْبولاً وعَیْبی فیهِ مَسْتوراً یا أسْمَعِ السّامعین

al·lâhumma-ÿ‘al sa’î fîhi mashkûrâ ua dhanbî fîhi magfûrâ ua ‘amalî fîhi maqbûlâ ua ‘aibi fîhi mastûrâ iâ asma’a-s sâmi’în

¡Oh, Dios mío, haz que mi esfuerzo en este (día) sea recompensado, que mi pecado sea perdonado, mi práctica sea aceptada y mis defectos sean cubiertos! ¡Oh, Quien mejor oye de entre quienes oyen!

Una breve explicación:

Ser recompensado el esfuerzo del ayunante.
Ser perdonado el pecado del ayunante.
Ser aceptadas las prácticas del ayunante.
Ser cubiertos los defectos del ayunante.
Son cuatros pedidos del ayunante en este vigésimo sexto día del mes Ramadán.

¡Oh, Dios mío, haz que mi esfuerzo en este (día) sea recompensado

El creyente intenta adorar a Dios; pues durante un mes ha ayunado soportando el hambre y la sed por la satisfacción de su Señor, por las madrugadas ha suplicado mucho, por las noches del decreto no ha dormido orando hasta la mañana, ha tenido la oportunidad de recitar el sagrado Corán y escuchar las palabras de Dios en el mes de la primavera del Corán y finalmente en el último viernes de Ramadán ha salido de su casa defendido los derechos de los palestinos oprimidos, por los opresores sionistas como lo establece la religión y hoy pide a Dios que lo recompense, suplicándole a él con un corazón lleno de esperanza, porque sabe que Él es misericordioso.

Nuestros actos, así como nuestras oraciones, nuestros ayunos y… a veces por algunos obstáculos no son aceptados por Dios, por ejemplo: en varias narraciones leemos que la murmuración (hablar mal de un creyente) causa que las adoraciones no sean aceptadas por Dios o la persona que ingiere alcohol, no serán aceptadas sus oraciones hasta 40 días (aunque rece; ya que un acto obligatorio es algo y ser aceptado es otra cosa), en ese sentido, entonces si tenemos Al Tawfiq (éxito) de hacer actos buenos, eso no significa que no necesitamos el favor de Dios para que acepte sus acciones buenas y las recompense.

Por esta razón, en la súplica de hoy pedimos a Dios que nuestros esfuerzos y nuestras acciones en este día y en todo este mes sean recompensados por el favor de Dios.

Que mi pecado sea perdonado y Mi práctica sea aceptada

En esta parte de la súplica rogamos a Dios que perdone nuestros pecados. Todas las desgracias nuestras provienen de nuestros pecados, de nuestras desobediencias a Allah, el creador de los universos; además de que a veces los pecados nos privan de adorar a Dios dejando nuestras obligaciones de la religión.

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Una persona creyente preguntó así al Imam Hasan Askari:

“Oh hijo del Profeta yo a veces quiero levantarme por las madrugadas rezando la oración del Lail (la noche); pero no puedo y me quedo dormido. El Imam respondió: tus pecados te han encadenado”.

Pero Dios es misericordioso y siempre perdona los pecados de sus siervos y ha abierto una puerta de su misericordiosa llamada Tawbah (arrepentimiento), y el siervo puede volver hacia Dios a través de ella.

En una narración el imam nos anuncia que el arrepentido (la persona penitente) es igual que la persona que no tiene ningún pecado (Dios perdona todos sus pecados), y eso sabe muy bien el ayunante y de ahí es que, en esta parte de la súplica pide al misericordioso que perdone sus pecados después de hacer sus actos para ser recompensado por Dios.

y mis defectos sean cubiertos

Cada uno de nosotros tenemos nuestros propios defectos, los que debemos conocer e intentar reformarlos; sin embargo, esto no es así, ya que la mayoría de los seres humanos en lugar de estar ocupados por sus propios defectos, tratan de conocer los de otros y reprocharlos. Sobre este tópico una narración dice:

“Qué pasa con el hijo de Adán (el ser humano) que ve una espina pequeña en los ojos de su amigo; pero no ve un ramo grande en sus propios ojos”.

En otra narración leemos que el Imam Yawad (AS) dice:

لو تکاشفتم ما تدافتم

“Si vosotros se descubren; no serán enterrados (la gente no os enterrará después de la muerte (por la multiplicidad de sus pecados)”.

De ahí es que debemos refugiarnos siempre en Dios de nuestros defectos, pidiéndole que los cubriera de los ojos de otros y nosotros también debemos cubrir los defectos de los demás para que Dios cubra los nuestros.

¡Oh, Quien mejor oye de entre quienes oyen!

Dios sabe todo lo que pasa y lo que pasará en el universo, y oye lo que se dice.

El Profeta Moisés preguntó a Dios:

یا رَبِّ أَ قَرِیبٌ أَنْتَ مِنِّی فَأُنَاجِیک أَمْ بَعِیدٌ فَأُنَادِیک

¿Oh Dios mío acaso estás cerca de mi o lejos cuando te estoy hablando?

Y escuchó:

یا مُوسَی أَنَا جَلِیسُ مَنْ ذَکرَنِی

“Oh Moisés yo me estoy sentando con quien que me recuerde”.

Fuente: es.shafaqna.com