El valor no es una virtud innata, es una actitud ante la vida;
ya que el valiente demuestra una conducta ética para superar el miedo y ésta consiste en una hazaña heroica ejecutada con valor, de ahí es que la valentía se define como el aliento o vigor en la ejecución de una acción, que está asociada al heroísmo, la gallardía y el valor, puede decirse también que la valentía es una virtud del ser humano para llevar adelante una iniciativa a pesar de las dificultades y los impedimentos, estas trabas generan miedos que son superadas gracias a la valentía y el coraje.
Y es precisamente esa hazaña de heroísmo, ese coraje y esos valores admirables, las cualidades de un hombre que ofrendó su vida por defender por sobretodo el islam, un caudillo[2] como se denomina en América Latina al cabecilla que lucha en contra la tiranía y la opresión; ya que precisamente Él se sublevó a la dictadura de Yazid[3], hijo de Muawiyya[4].
Un líder que murió con honor, en una batalla[5] no proporcional, enfrentándose a un ejército de 40.000 hombres; mientras siendo ellos sólo 72 y esa fuerza, ese valor, ese coraje es digno de admiración; pues la gran revolución que inició continúa y continuará por siempre, ya que el Imam Hussein (P) el señor de los mártires, es el verdadero símbolo revolucionario de la lucha contra la injusticia, que puso el nombre del islam en lo alto y defendió el shiismo y que antes de ser martirizado junto a sus compañeros, señaló que “Morir con honor y gloria es mejor que vivir con humillación”[6].
“La épica de Karbalá es, sobre todo, y antes que nada un movimiento político, un acto de obediencia a Dios y al principio de ordenar el bien y prohibir el mal. Un acto de espiritualidad y de moral. Con su levantamiento, el Señor de los Mártires pretende dejar por escrito un testamento intemporal que mueva los corazones de los musulmanes de todos los tiempos en defensa del mensaje profético y de los oprimidos del mundo. Para ello, avanza conscientemente hacia el martirio y no dudará en implicar a sus familiares y seguidores cercanos”[7].
Y justamente encontrándonos en el mes de Muharram[8], en este 2019, el primero del calendario islámico, un punto culminante en la historia del islam y del mundo entero; pues como lo dijimos recobra una importancia muy grande y fundamental debido a su décimo día que es el día de Ashura[9], día del martirio del Señor de los Mártires, el Imam Hussein (P), en realidad su asesinato y los trágicos acontecimientos que la acompañaron; ya que el levantamiento que inició nunca morirá y continuará más vivo que nunca porque su valentía, y su heroísmo son un ejemplo para todas las generaciones de todos los tiempos; pues el Imam Hussein (P) junto a sus compañeros sabían que su victoria militar contra el opresor sería imposible, pero conseguirían una victoria moral y espiritual, la que continúa de pie, ya que esta gran tragedia sigue anidado en el corazón y la mente de los creyentes, porque ni las potencias imperialistas, ni sionistas podrán borrar de la historia del mundo al shiismo; ya que su objetivo es y será siempre la lucha en contra la opresión de los más débiles.
Porque debemos recordar que Muawiyya y sus ayudantes hicieron uso de todos los medios posibles por apartar y sacar del camino a la Casa del Profeta (BPD) y a la Shia para borrar así el nombre de Alí (P) y su familia y así, fortalecer las bases para el califato de su hijo Yazid, que cuando murió tomó su lugar.
Y como nuestro gran hombre valiente, heroico se negó a prestar fidelidad y dar su aprobación a un gobierno injusto y tirano como el de Yazid expresando su determinación definitiva de seguir adelante, fue vilmente martirizado.
Él dijo:
“Pertenecemos a Dios y regresamos a Él. Cuando alguien como Yazid (alcohólico, jugador, sin creencias y corrupto, que no se preocupa ni siquiera por la apariencia externa del islam), gobierna al pueblo musulmán tendremos que hacer sonar el toque de muerte para el islam; ya que un dirigente como éste, utilizando la fuerza del islam y bajo el nombre del islam, terminará con el islam”[10].
Y como dentro de sus más altas virtudes del señor de los mártires está el rechazo a la opresión, las palabras que pronunció el día de At-Taff (el día de Ashura) representan su valentía, su bravura, el brío de su coraje; puesto que no se desmoronó frente a todas las tragedias que le circundaron, permaneció firme como una montaña, recibiendo estocadas desde todas direcciones, pero sin flanquear con su valentía excepcional desafíó la naturaleza humana, se mofó de la muerte y escarneció a la vida, prefiriendo el martirio a vivir en la humillación.
Y Él dijo:
“¡Por Dios! Que no extenderé mi mano hacia vosotros como lo hace un humillado, ni escaparé como lo hace un esclavo. “Yo me amparo en mi Señor y el vuestro de que me lapidéis…” (44:20)[11].
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Y el martirio y su lucha del Imam Hussein (P) en la actualidad sin lugar a dudas representa el levantamiento de evitar la imposición de las monarquías tal cual la vemos hoy, entes contrarios al pensamiento islámico quienes siguen la herencia de Yazid y se oponen al Imam Hussein (P), los que se siguen reproduciendo en los mismos moldes que se martirizan a pueblos inocentes en Palestina, Yemen, Bahréin, Cachemira, Siria, Líbano y en otros países como la misma Arabia Saudita, donde la comunidad shiíta es perseguida y masacrada. Pero también hay que destacar que siempre existirá en ellos una autodeterminación hacia la lucha de la mano del Imam Hussein (P) que está presente día a día; pues el levantamiento constante de los pueblos contra la opresión debe ser un deber para llegar a la Justicia Divina. Ya que “Todos los días son Ashura y toda la tierra es Karbalá”[12], porque este gran levantamiento se lo ha visto en los sucesos de Ashura en Karbalá, se lo ha visto en el derrocamiento de toda una monarquía en la victoriosa Revolución Islámica de 1979, y se lo está viendo hoy en la lucha del pueblo palestino para expulsar a los invasores sionistas de los territorios santos, y se lo ve cada día en la resistencia de los pueblos musulmanes de Afganistán contra los invasores norteamericanos, así como en Libia, Irak, Siria, Yemen, Bahréin, Cachemira, donde los pueblos luchan por su autodeterminación cultural y soberanía de la mano con el elemento antiimperialista, antisionista diseñado a partir de la filosofía de Ashura. Y esta cosmovisión, esta lucha contra el opresor es que enmarca también la resistencia de los pueblos de América Latina, aquellos que hasta el día de hoy resisten ante la opresión y la corrupción imperialista y sus lacayos, como los son aquellos que han estado y continúan estando bajo la dura dominación de Estados Unidos[13].
Y en estas fechas tan importantes como lo es este mes de Muharram donde se encuentra el día de Ashura, recobra la reflexión y el entendimiento de las enseñanzas del sacrificio en el camino de Dios, lo que hizo el Imam Hussein (P) al dejar todos sus bienes para emprender el camino de Dios, y aún en las últimas horas de la epopeya de Karbalá, incluso cuando su bebé Alí Asghar fue asesinado en sus brazos, el Imam Hussein (P) dijo: “Esta calamidad también es fácil para mí, porque Dios me ve”, y sus últimas palabras fueron: “Señor con todas las dificultades y tragedias, yo obedezco tu orden” , por otro lado, basta comprender las siguientes cuatro frases que él pronunció, para entender su mensaje:
“Yo veo en la muerte, solo felicidad, y en el vivir con un tirano, solo desdicha”[14]
El camino de la resistencia ya comenzó en exportar la existencia de quién fue el Imam Hussein, Ashura y Karbalá, porque sólo conociendo su historia, la gente oprimida ve en su ejemplo la lucha contra el opresor. Somos miles, pero seremos naciones…
Notas:
[1]Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora Boliviana, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia.
[2] Término empleado para referirse a un cabecilla o líder, ya sea político, militar o ideológico. Luna Félix, “Los caudillos, Buenos AIRES. Ed. Peña Lilo, 1976.
[3] Líder de los Omeyas.
[4] Fue gobernador de Siria, quien se negó a aliarse con Alí (P) revelando contra él.
[5] Batalla de Karbalá, 10 de Muharram del año 60 de la Hégira (10 de octubre del 680).
[6] Ansarián Huseyn, “La Epopeya de Ashura, un vistazo a la épica del Señor de los Mártires; Imam Hussein (P)”; Ed. Elhame Shargh; Qom-Irán, 2015.
[7] Ídem.
[8] El mes de Muharram es el primer mes del calendario islámico, y es un punto culminante en la historia del islam; pues tiene una importancia muy grande y fundamental debido a su décimo día que es el día de Ashura.
[9] El décimo día de Muharram del año 61 H. (680 C.) día en que el Imam Hussein (Sayyid Al-Shuhada, “el Señor de los Mártires”), el segundo hijo de Ali y Fátima, se alineó frente al enemigo con su pequeño grupo de seguidores, menos de 90 personas, 40 de ellas compañeros, unos 30 miembros del ejército del enemigo que se le unieron durante la noche y día que duró el combate, y su familia hashimita compuesta por hijos, hermanos, sobrinos, sobrinas y primos. Ese día combatieron desde la mañana hasta quedar sin aliento, y el Imam y todos los jóvenes hashimitas y compañeros fueron martirizados. Entre los asesinados estaban dos hijos del Imam Hasan, quienes solamente tenían once y trece años, y un hijo de 5 años y otro que aún tomaba el pecho, del Imam Hussein
[10] Maqtalu Jarazmi, t. I, P. 184; Luhuf, P.20.
[11] Al-Qurashi Baqer Sharif, “Las virtudes morales del Profeta del Islam (S.A.W) y de la gente de su casa (A.S); 2010.
[12] Claro está algunos sin contar con un documento ni fuente fiable han transmitido esta frase como del Imâm As-Sâdiq (a.s.). Recurrir a: El mensaje de ‘Ashûrâ, ‘Abbâs Azîzî, p.28; La cultura de ‘Ashûrâ, Ÿawâd Muhadizî, p.371
[13] https://actualidad.rt.com/actualidad/294340-chomsky-caravana-migrantes-eeuu-responsable
[14] Ídem.
Fuente: es.shafaqna.com