El mundo islámico celebró hoy el Eid al-Adha, también conocido como la fiesta del sacrificio.
Esta conmemoración, considerada junto con el Eid al-Fitr una de las festividades más importantes del Islam, recuerda la devoción y sumisión absoluta del profeta Ibrahim (Abraham) hacia Dios, hasta el punto de estar dispuesto a sacrificar, por voluntad divina, incluso a su hijo Ismail (Ismael).
El Eid al-Adha celebra, por tanto, la convicción y disposición de los creyentes de sacrificar cualquier cosa, incluso lo más deseado y amado, en el camino del Creador.
Con motivo de esta festividad, millones de fieles musulmanes se reunieron en mezquitas y plazas para realizar la oración colectiva dedicada a este día.
La fiesta del Sacrificio marca el final de la primera decena del mes lunar de Dhul-Hijjah, que está dedicado a los rituales del Hayy, la peregrinación islámica a La Meca.
En este día, los peregrinos en La Meca sacrifican un cordero como signo de cercanía al Creador y en recuerdo del sacrificio realizado por el profeta Abraham a Dios, tras superar la prueba a la que fue sometido por el Señor.
La práctica del sacrificio en el Eid al-Adha no está limitada únicamente a los peregrinos en La Meca, sino que en este día es recomendable para todos los musulmanes sacrificar un animal cuya carne sea halal. Es costumbre donar la carne obtenida de estos sacrificios a las personas necesitadas.
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